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                                         EL JARDÍN EN INVIERNO: PARA DISFRUTARLO EN LA ESTACIÓN FRÍA

                                                                                      Primera parte

 

                                                                            

                                                                                                               A partir de agosto:

 

                                           

 

     Comenzamos aquí con una serie de entregas destinadas a nuestros visitantes, a fin de que puedan aprovechar al máximo las posibilidades que brindan las plantas ornamentales en nuestro medio. El jardín, en un clima como el nuestro, puede y debe ser disfrutado todo el año, aún en la estación fría. Aquí van, entonces, algunas sugerencias, comenzando por la letra A y hasta la C.

     Las acacias son las que mejor cubren el período, desde junio hasta agosto tenemos varias posibilidades: Acacia baileyana, A. dealbata, A. podalyriifolia, A. trinervis, entre otras.

 

       

 

            

 

                

 

     La inusual adatoda (Justicia adhatoda) y el aloe arborescente (Aloe arborescens) tienen flores grandes y muy llamativas. Este último es muy resistente al viento.

 

                   

 

    Para quienes buscan perfume, la nativa Azara uruguayensis y el calicanto (Chimonanthus praecox) son las principales opciones.

 

        

   

   Arctotis y Bellis perennis (coquetas) son plantas florales predilectas por su vistosa y prolongada floración.

 

              

 

 

               

 

                 

 

   Y las caléndulas no necesitan presentación, lo mismo que la cada vez más bonita y escasa Violeta de los Alpes (Cyclamen).

 

           

 

    Y a la hora de pensar en una planta apoyante de buenas dimensiones, la selección sin duda se orienta hacia la Buddleia madagascariensis (cambará).

 

 

 

     Desde junio hasta fines de invierno, las camelias sin cultivadas por doquier. Solo les falta perfume como para ser elegidas como las reinas del invierno. Cada vez se dispone de más colores.

 

           

 

           

 

 

     Y otro infaltable es el membrillo de jardín (Chaenomeles speciosa). Imposible no asociarlo a los meses de julio y agosto, aparece como ejemplar aislado, o en grupos, y aún en alineaciones y cercos vivos.

 

 

         

 

 

      

 

   Y la crásula arbórea (Crassula arborescens) es una planta muy rústica especialmente indicada para alegrar al jardín en los meses más fríos.

 

       

 

  Por último, no olvidar el colorido invernal de la criptomeria elegans y los frutos de los magníficos cotoneaster, que en el primer tercio del invierno todavía decoran y mucho.

 

     

 

     ©jardinenuruguay.com      2010      

 

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