AYER ESTUVIMOS EN . . .
UN FUERTE DEL SIGLO XVIII
A minutos del centro de Montevideo, en la zona de Melilla, es posible encontrarse con una construcción singular de casi trescientos años, que nos asombra a tal punto que nuestro objetivo primario en la visita otoñal, que es el de apreciar los atractivos de la vegetación, queda relegado para dar paso a unos momentos de asombro. ¿Una fortificación en tiempos de lanzas y sables? ¿Un almacén y pulpería de antaño, paso obligado de carretas por el viejo Camino de las Tropas? ¿El casco de una gran estancia de la zona?. Tan difícil averiguar su verdadera historia como dejar de contemplar esos muros de piedra que han sido testigos del pasaje de tanto tiempo, tantas historias y vivencias.
Hace años que lo conocemos como Vivero Siglo XVIII, primero como productor de plantines de eucaliptus y especies ornamentales, actualmente dedicado a la crianza de plantas de olivos. Nuestra colega, Ing. Agr. Carmen Torterolo ha estado presente en todas estas etapas, y nos atiende con la cordialidad de siempre en cada visita.
El parque se encuentra en esplendor en un magnífico día de otoño, y no dejamos de admirar el grupo de espléndidas coníferas cuya ubicación ha sido cuidadosamente estudiada y sus colores magníficamente combinados. Les hemos adjudicado a algunas un lugar en nuestra sección Fichas de plantas.
Un timbó joven nos muestra un tamaño sorprendente para su edad, un pequeño árbol de Judea es generoso a la hora de proporcionarnos semillas que bien vale la pena sembrar, y el curioso fresno de follaje semipersistente ubicado en el patio parece no haber notado la llegada del otoño.
El césped, siempre bien atendido, con sectores de pasto brasilero (Axonopus affinis) y Festuca “Tribute” en otros, muestra el verdor acorde con la estación.
En el sombráculo, algunas plantas de interior de buen porte, y la sorpresa de apreciar que el helecho cirtomio (Cyrthomium falcatum) se ha multiplicado espontáneamente, apareciendo numerosas plantitas entre las grietas de las piedras.
El enviverado de ya muchos años, nos muestra plantas de muy buen porte: calistemos, Liquidambar, laurel rosa, ciprés calvo, drácenas y nos detenemos especialmente a contemplar el tamaño de las forsitias (Forsythia intermedia) pensando en su gran despliegue de flores amarillas a fines de invierno - principios de primavera, cuando aún no han brotado las hojas.
Por último, la visita obligada a las canchas donde se hallan los olivos, para conocer un poco más sobre ellos, su potencial productivo y la adaptación a las condiciones de nuestro medio. La crianza de los mismos a partir de clones seleccionados, emprendimiento a cuyo frente está la empresa SAT Ltda. abre interesantísimas perspectivas para quienes deseen iniciarse en un cultivo tan noble. Cultivares para consumo, para aceite y de doble propósito muestran un crecimiento y una precocidad en su floración y fructificación admirables. Quienes deseen obtener interesante información sobre el tema pueden recurrir a la página de la citada empresa: www.olivosdeluruguay.com
Siempre pujante, Vivero Siglo XVIII se mantiene como uno de los lugares que es necesario hacer conocer a nuestros estudiantes, por lo que desde ya nos comprometemos para una próxima visita.
LOS CURSOS DE JARDINERÍA ABREN SUS INSCRIPCIONES A PARTIR DE NOVIEMBRE.