AYER ESTUVIMOS EN ......
PRIMER SEMINARIO DE PAISAJISMO EN EL URUGUAY
“Presente y futuro del paisajismo en estas latitudes”
Con la organización de The Garden Clubs of Uruguay y el auspicio de Montevideo Shopping Center, se realizó en el complejo MovieCenter el tan esperado evento. Un entusiasta público que superaba las doscientas cincuenta personas colmó las instalaciones, prueba del interés que concita la temática abordada.
Distinguidos disertantes de Uruguay y Argentina, y la paricipación especial de la Paisajista Sra. Anna Furlani Pedoja (Italia) otorgaron al evento la máxima jerarquía.
Al final del encuentro, tuvo lugar una mesa redonda sobre el tema del seminario, con Jean Pierre Hounie como moderador, donde los participantes y otros invitados especiales dispusieron de diez minutos cada uno para brindar su opinión sobre la situación en que se halla el paisajismo en estas latitudes.
Sin duda la concreción de este primer seminario fue un acierto por parte del Consejo Directivo 2004 de The Garden Clubs, a cuyo frente se encuentra la Sra. Gabriela Verdier de Casares. La presencia en la Coordinación de Rosemarie Symonds de Chilibroste, Octavio Sciandro, Cecilia Soler de Cardoso además de otras distinguidas personalidades de la entidad, aseguró el éxito del mismo, sin duda uno de los principales eventos de este 2004.
El Ing. Agr. Hernán Urrestarazú agradece profundamente la invitación de que fuera objeto, y esta página reproduce parte de sus palabras al final del encuentro.
“ El Uruguay cuenta con unas 1300 especies de plantas ornamentales, 1600 opciones contando variedades y cultivares. Más de 300 arbustos, 250 árboles, 200 herbáceas, gramíneas ornamentales en sostenido aumento. Esto sin contar la presencia de coleccionistas con cientos a miles de especies de crasas y cactáceas, orquídeas y bromelias. Si tenemos en cuenta el clima, se puede llegar a varios miles de especies, ya que la mayoría de las introducidas exhiben buena adaptación a nuestras condiciones. Pero el crecimiento debe de realizarse en forma ordenada. Uruguay cuenta con los valiosos antecedentes de Tomkinson, Lussich, Arredondo, de alguien como Pedro Margat, que con su jardín de introducción y aclimatación tanto aportó a la horticultura ornamental, y a quien hoy nuestros parques públicos y privados deben mucho, como también le deben mucho a botánicos ilustres como lo fueran Arechavaleta y nuestro querido Profesor, Don Atilio Lombardo.
Muchas de las plantas que se utilizan hoy ya estaban en aquélla época de oro.
¿Cuál es la situación hoy? Un número de viveros cada vez mayor, con una oferta cada vez más grande y más variada. Qué queda en el debe:
- la dificultad que experimenta el diseñador de encontrar todo lo que busca en un único lugar;
- la falta de plantas de muy buen porte, donde el llamado vivero “tamaño final”, que permite la construcción de un espacio verde que se parezca a algo con varios años de instalado, todavía es lejana;
- la concreción de un “vivero-parque”, con los ejemplares en tierra mostrando su tamaño final y todo su potencial. En ese sentido, algunos viveros ya se han preocupado por esto, y bien el sector de “plantas madres” puede cumplir la función;
- la introducción de especies debería contemplar los requerimientos de los usuarios. Ayer se plantearon aquí los problemas de suelos pedregosos, ese es un punto a trabajar. Este es un país con mucho viento, y además mucha costa, y para este caso, para la primera línea, no hay demasiadas opciones, podría haber más y más vistosas.
Aunque nuestro país no cuenta con una formación específica en Paisajismo, sí en diseño de jardines, los profesionales y aficionados en la materia han plasmado excelentes ejemplos : parques con desarrollo de excelentes visuales, donde no existen contradicciones entre lo autóctono y lo introducido (Paso del Correntino sobre el Río Negro) , parques con rosales (Estancia La Sorpresa, parques de las Sras. Elba Corral, Mercedes Drever y Rosario Fazio), sin que estas menciones intenten omitir a otros excelentes ejemplos.
En Uruguay hay un vivero, hoy dedicado a la crianza de olivos, que ocupa el terreno de un fuerte del Siglo XVIII (principios de 1700), otro vivero se halla emplazado en la ex “Villa Olímpica”, donde se homenajea a los campeones olímpicos de 1924. Nuestro país cuenta con paisajes naturales de gran belleza en el Departamento de Rocha, la Quebrada de los Cuervos en Treinta y Tres, el Valle del Arroyo Lunarejo en Rivera, entre muchos otros.
No es por casualidad que en pocos días llegará a nuestro país el experto Roy Cheek con un nutrido contingente de europeos para apreciar estas maravillas.
Pero hay otro aspecto fundamental a señalar: ese “cuadro” dinámico que constituye la composición paisajística, donde hay variaciones día a día, mes a mes, año a año, sólo va a alcanzar la excelencia si todo va acompañado de óptimas prácticas de mantenimiento. Queda en el debe todavía el asumir un mantenimiento técnico. En particular, vemos carencias todavía importantes en prácticas de poda y en la atención de los aspectos sanitarios. En muchas ocasiones, el césped, si bien constituye la mayor parte del espacio verde, es todavía el gran olvidado.
La generalmente elevada inversión inicial en la construcción del jardín, debe estar acompañada de una inversión y gestión adecuada en mantenimiento.
Y esto se va a lograr en la medida en que haya una mayor difusión de conocimientos y se profundize en la educación. En materia de publicaciones, utilizamos lo que es más similar a lo nuestro, que proviene de Argentina, algo de Brasil y de España. Las publicaciones en idioma inglés, muchas de ellas excelentes, no corresponden en muchos casos a nuestra realidad. Las revistas nacionales han sido efímeras, dados los altos costos de edición y distribución. Quedan apenas algunos esfuerzos como el Boletín de la Asociación de Amigos del Jardín Botánico (ABOV), los bloques de jardinería en TV. Tal vez uno de los caminos, de costo menor, sea la difusión a través de la Web, hoy de fácil acceso, aunque todavía hay un público que halla difícil la operativa.
Por último, la formación a través de cursos, cursillos, seminarios, que tienen su mejor y tradicional expresión en lo que realiza la Escuela de Jardinería de la IMM, y el tradicional curso de Flora Indígena del Jardín Botánico, que cumple este año sus primeros 20 años, los módulos que ha encarado el Jardín Botánico.
La concreción de una carrera universitaria en Paisajismo aún parece lejana.
El insistir en la difusión de los conocimientos, perfeccionando los contenidos y las estrategias, y en la mejora de las prácticas de mantenimiento, traerá como consecuencia que aquél cuadro que nos imaginábamos se acerque cada vez más al ideal que queríamos lograr. Muchas gracias”.
©jardinenuruguay 2005
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